Rayos de sol atraviesan la habitación invitándome a
seguir soñando. Despierta.
Las notas de la guitarra hacen que el corazón se
vaya despertando aún más de lo que estaba y cada vez que esas
notas bailan por mis pestañas consiguen ponerme la carne de gallina.
Abro los ojos y entre veo los
rayos de sol intentando atravesar las sábanas sin poder conseguirlo, mientras
la música ya lo ha hecho del todo. Es la solución para todos. Todos los
sentimientos concentrados en unas notas. Con el único propósito de moverte por
las líneas de un pentagrama mientras
sorteas los silencios incómodos y esperas ansiosa a la siguiente nota. Y es que
siempre esperamos. Siempre estamos ansiosos de más y más.
Y por una vez, estoy ansiosa hasta de volver a ver correr al frío si fuera necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario